Las mejores frases | Matar un ruiseñor (To Kill a Mockingbird), de Harper Lee (Matar un ruiseñor 1)


  • Nuestros tribunales tienen sus defectos, como los tienen todas las instituciones humanas, pero en este país nuestros tribunales son los grandes niveladores, y para nuestros tribunales todos los hombres han nacido iguales.
  • Uno es valiente cuando, sabiendo que ha perdido ya antes de empezar, empieza a pesar de todo y sigue hasta el final pase lo que pase. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence.
  • Por la bondad divina, cuando un niño te pregunte algo, contéstale. Los niños son niños, pero sorprenden una evasiva con mayor presteza que los adultos, y las evasivas solamente sirven para atontarles.
  • Si mi mente hubiese albergado los simbolismos místicos relativos a las montañas que parecían obsesionar a jueces y abogados, a (…) la hubiera asimilado al Monte Everest: durante los primeros años de mi vida, fue fría y distante.
  • (…) Y es malo, en verdad; pero cuando un hombre se gasta lo que le da la Beneficencia en whisky, sus hijos suelen llorar sufriendo los dolores del hambre…-no debería obrar así…-Naturalmente que no, pero jamás cambiará de manera de ser. ¿Vas a cargar tu repulsa sobre los hijos?
  • Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor.
  • ¿Llorar por qué? Llorar por el infierno puro y simple en que unas personas hunden a otras… Sin detenerse a pensarlo tan solo. Llorar por el infierno en que los hombres blancos hunden a los de color, sin pensar que también son personas.
  • Es posible que oigas cosas feas en la escuela: pero haz una cosa por mí, si quieres: levanta la cabeza y no levantes los puños. Sea lo que fuere lo que te digan, no permitas que te hagan perder los nervios.
  • Nunca comprendí que le preocupase tanto la herencia. De ninguna parte había recogido yo la idea de que eran personas excelentes aquellas que obraban lo mejor que sabían según el criterio que poseían, pero (…) alimentaba la creencia, que expresaba de un modo indirecto, de que cuanto más tiempo había estado asentada una determinada familia en el mismo trozo de terreno tanto más distinguida y excelente era.
  • No es necesario que uno explique todo lo que sabe. No es femenino… Y, en segundo lugar, a la gente no le gusta estar en compañía de una persona que sepa más que ellos. Les deprime. No transformaría a ninguno, hablando bien; es preciso que sean ellos mismos los que quieran aprender, y cuando no quieren, uno no puede hacer otra cosa que tener la boca cerrada, o hablar su mismo idioma.
  • No soy un idealista que crea firmemente en la integridad de nuestros tribunales ni del sistema de jurado; esto no es para mí una cosa ideal, es una realidad viviente y operante. Caballeros, un tribunal no es mejor que cada uno de ustedes, los que están sentados delante de mí en este Jurado. La rectitud de un tribunal llega únicamente hasta donde llega la rectitud de su Jurado, y la rectitud de un Jurado llega solo hasta donde llega la de los hombres que lo componen.
  • —Cuando sea mayor, creo que seré payaso —dijo Dill. Jem y yo nos paramos en seco. —Sí, señor, payaso —repitió él—. En relación a la gente, no hay cosa alguna en el mundo que pueda hacer si no es reírme; por lo tanto, ingresaré en el circo y me reiré hasta Volverme loco. —Lo tomas al reves, Dill —advirtió Jem—. Los payasos son hombres tristes; es la gente la que se ríe de ellos. —Bien, yo seré un payaso de una especie nueva. Me plantaré en mitad del círculo y me reiré de la gente.
  • Uno no comprende de veras a una persona hasta que considera las cosas desde su punto de vista…
  • La tribu que formaban (…) y su hermandad vivía en el mismo pedazo de terreno y medraba alimentándose del dinero de la Beneficencia del condado desde hacía tres generaciones.
  • Quiero deciros sencillamente que en este mundo hay hombres que nacieron para hacer los trabajos desagradables que nos corresponderían a los otros. Vuestro padre es uno de tales hombres.
  • El formar parte de un Jurado obliga a un hombre a tomar una decisión y pronunciarse sobre algo. A los hombres esto no les gusta. A veces es desagradable.
  • La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno.
  • El motivo de que personas razonables se pongan a delirar como dementes en cuanto surge algo relacionado con un negro es cosa que no pretendo comprender…
  • A veces la Biblia en manos de un hombre determinado es peor que una botella de whisky en las de…, oh, de tu padre.
  • Simplemente, el hecho de que hayamos perdido cien años antes de empezar no es motivo para que no intentemos vencer.
  • Sencillamente, hay hombres tan… Tan ocupados en acongojarse por el otro mundo que no han aprendido a vivir en este.
  • Por una vez, si usted no comparte mi punto de vista, poca cosa podrá hacer para imponer el suyo.
  • En nuestros Tribunales, cuando la palabra un negro se enfrenta con la de un blanco, siempre gana el blanco. Son feas, pero las realidades de la vida son así.
  • 24. El lenguaje feo es una fase por la que pasan todos los niños, que desaparece cuando se dan cuenta de que con las malas palabras no llaman la atención.
  • Todo el mundo tiene que aprender, nadie nace sabiendo.
  • El tener un arma equivale a invitar al otro a que dispare contra ti.
  • Las personas que están en sus cabales no se enorgullecen de sus talentos.
  • Jamás me embelesó el leer. A uno no le embelesa el respirar.
  • Uno puede condenar a sus enemigos, pero es más prudente conocerlos.
  • Antes de poder vivir con otras personas tengo que vivir conmigo mismo.
  • Tú, (…), perteneces al tipo corriente de personas. Debes obedecer la ley.
  • Hasta que temí perderlo, jamás me embelesó el leer. A uno no le embelesa el respirar.
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