Título: La isla del naranjo asombroso
Autores: Mónica Rodríguez y Mariana Alcántara (Ilustradora)
Sello editorial: Ediciones El Naranjo
ISBN: 978-607-8442-67-6
Año de publicación: 2019
Páginas: 160
Precio: $124
SINOPSIS
Sin saberlo, Miranda es la heredera de este asombroso naranjo que habita desde hace varias generaciones en la isla. Sus jugosos frutos y la bonanza que le han otorgado al lugar desatará la codicia de varios de los habitantes llevándolos, en ocasiones, al borde de los más grandes disparates.
☆☆☆☆
Hola, lectores, ya es fin de semana, estamos a mediados de agosto y a cinco meses de finalizar el año. Que fascinante es cuando pasa el tiempo muy rápido y más cuando lees historias que te atrapan completamente.
En esta ocasión les traigo la reseña de un libro particularmente adorable y que me ha encantado como no tienen idea. Estoy hablando de La isla del naranjo asombroso de Mónica Rodríguez e ilustrado por Mariana Alcántara.
Para iniciar la reseña de manera sutil, diré que la historia si bien es completamente original, el libro me ha recordado mucho a Cien años de soledad de Gabriel García Marquez. El parecido, personalmente, creo está presente por la narrativa y lo mágico que resulta el mundo creado por la autora.
A pesar de lo mencionado previamente, quiero dejar claro que la historia se sostiene por sí misma en todo momento.
Como la sinopsis menciona, esta es la historia familiar de Miranda, quien habita en una isla a la cual sus familiares llegaron muchos años atrás. Los sucesos se originan cuando el primero de sus antepasados siembra una semilla en la isla, dando vida a un naranjo, el primero que los habitantes de la isla han visto en sus vidas.
Con el paso de las generaciones el naranjo se vuelve no solo un fruto delicioso, sino que adquiere un gran valor mercantil. La familia vende la fruta al gobierno, al ejército, a la población en general. Sus semillas son moneda de cambio e inclusive, las jóvenes se casan con las flores del naranjo.
Sin embargo, como en muchas historias, un evento desencadena acontecimientos inesperados. En este caso, el hurto de una naranja, una semilla de oro y la llegada de un misterioso habitante a la isla.
Algo que me ha encantado de la novela, fue lo bien descritos que eran los personajes. Por más alejados de la realidad que eran, mantienen una esencia y misticismo en su forma de ser y actuar que por momentos me apasionaba y por otros me desesperaba. Estas peculiaridades me mantuvieron pegado a las páginas.
El balance entre narrativa y personajes fue de mi agrado. Nuevamente, muy al estilo de Cien años de soledad, conocemos la caída en desgracia de un pueblo por sus propias ambiciones y recelos. La avaricia, el amor no correspondido, la inocencia y la venganza se mezclan para dibujarnos una serie de tragedias que parecen estar predestinadas, pero que no son lo que esperas en ningun momento.
El final fue agridulce, sin embargo, me ha encantado porque le aportó a la historia una conclusión diferente, inesperada y verosímil. En definitiva recomiendo este libro para todos, que a mí me ha hechizado y seguro a ustedes igual.