- «Cathia tiene el mejor culo de Europa.»
- El sol está saliendo y es una bonita mañana. Ella se dirige a clase; él aún no se ha acostado.
- Un beso dulce que interrumpe sus palabras.
- Cuanto más sólidas asientes las bases, más podrás construir encima.
- Permanece inmóvil así, tendido, con la frente alta hacia el cielo, como una estatua contra la oscuridad de la noche, con la belleza de las estrellas.
- Babi abre los ojos ante la cálida caricia de un nuevo día.
- Un yogur desnatado, sin azúcar… terrible.
- —De todos modos, es verdad: estudiar engorda.
- Algunas locuras solo son divertidas a cierta edad.
- Con aspecto de aburrida suficiencia, mira por la ventana esperando respuestas que no llegan.
- Se despiden así, tras haber hablado durante cinco minutos y no haberse dicho nada.
- Recuerdos, emociones, momentos preciosos y dulces frases susurradas empiezan a girar en un torbellino de ilusión.
- Parece inmóvil, sujetada por un hilo transparente en la oscuridad de la noche. Vuela así, pegado a las estrellas.
- —Hay momentos en los que hay que estar quieta y otros en los que hay que saber moverse.
- —No es solo suerte, es sobre todo valentía, coraje.
- —Ay, Babi, Babi. Esto no funciona así. Soy un cerdo, un animal, una bestia, un tipo violento… Hablas y hablas y, al final, mira… hasta te dejarías besar por mí.
- Sus miradas se cruzan y mil palabras vuelan silenciosas entre los pupitres.
- —Hola, mamá. —Se inclina hacia adelante para besarla. Un bofetón la golpea en plena cara—. ¡Ay!
- Su corazón debe de llevar zapatos, como mínimo, dos tallas más pequeñas.
- ¿Son las cosas las que acaban por parecerse a sus dueños, o al revés?
- En el atardecer pintado en los cristales de su ventana, ve el recorrido de esa historia.
- Ella, simple abono de esa planta que a menudo crece encima de la tumba de un amor marchito. Esa rara planta cuyo nombre es felicidad.
- Con él puede entrar en todas partes. Es su pasaporte. Su pase para la felicidad.
- Y acelerando deja atrás recuerdos lejanos. Ciento treinta, ciento cuarenta…, cada vez más de prisa.
- No se sabe cómo es, pero delante de los padres ciertos teléfonos no funcionan nunca.
- No es bello lo que es bello, sino que es bello lo que nos gusta, su proverbio preferido.
- Tiene la belleza de una playa abandonada, con un mar salvaje que ribetea los límites lejanos.
- —¿Yo? —Step la abraza con fuerza—. Estoy de maravilla.
—¿Como si pudieras tocar el cielo con un dedo?
—No, así no.
—¿Ah, no?
—Mucho más. Al menos, a tres metros sobre el cielo.
- Está allí, en lo alto, inalcanzable. Allí donde solo los enamorados llegan: «Tú y yo… A tres metros sobre el cielo.»
- Después lo abraza buscando en él lo que ya no puede encontrar en ningún sitio.
- Nadie puede amar como amamos nosotros, nadie sufre como sufrimos nosotros.
- Sus suspiros besados por la luna.
- «¿Volveré a estar alguna vez allí arriba, en ese lugar tan difícil de alcanzar? ¿Allí, donde todo parece más hermoso?» Y en ese mismo instante, desgraciadamente, ya conoce la respuesta.