Recap | The Mandalorian | Capítulo 17: El apóstata (T03E01)

Abrimos esta temporada con la Armera, quien está fabricado partes de un casco mandaloriano. Resulta que es el día del bautismo de un joven mandaloriano y necesita un casco.


Justo cuando el niño está recitando el Credo Mandaloriano, un gigantesco caimán espacial emerge del agua y comienza a devorar a la gente. El poder acumulativo de mochilas propulsoras, blásteres y bombas no puede detener a la criatura, hasta que Mando y Grogu se abalanzan sobre la criatura y la hacen volar en mil pedazos.

El Libro de Boba Fett ya dejó clara la trama de la tercera temporada: esta es la historia de redención de Mando. Después de quitarse el casco para despedirse de Grogu, y finalmente dejarnos ver el hermoso rostro de Pedro Pascal, Mando fue exiliado de su tribu.

La única forma de volver a unirse a los mandalorianos es viajar a su planeta natal, Mandalore, y bañarse en el agua debajo de sus minas de sal. Pero en este episodio, todos le insisten a Mando que Mandalore ha sido devastado y envenenado, tanto que no vale la pena visitarlo. El hombre no aceptará un no por respuesta, y así comienza la búsqueda.

Mando y Grogu viajan a una base de operaciones en Nevarro, que ya no es el planeta abandonado y para forajidos que solía ser. El dúo se encuentra con Greef Karga, quien se ha convertido en el Alto Magistrado de Nevarro, como le dice a Mando. Nevarro es ahora un sector comercial en auge, lleno de escuelas y ciudadanos que huyen de los problemas, y a Karga le gustaría que siguiera siendo así.


Karga quiere que Mando se quede como el alguacil de la ciudad, manteniendo la ley y el orden en medio de las visitas de piratas espaciales al azar. Él dice que Mando y Grogu finalmente pueden establecerse en un lugar. Sin embargo, Mando se va a bañar en las minas de Mandalore cueste lo que cueste. Mete a Grogu en la nave y sale volando.

Después de defenderse de una banda de molestos piratas, Mando llega a Kalevala, en donde saluda a otro viejo conocido: Bo-Katan Kryze, quien parece estar enojada porque Mando es el que tiene a Darksaber.

Resulta que toda su misión de convertirse en Manda'lor fracasó cuando sus seguidores se dieron cuenta de que no estaba empuñando el arma. Ella pasiva-agresivamente le dice a Mando que harán cualquier cosa que él diga si balancea el Darksaber, que, lamentablemente, no vemos en acción en este episodio.

Mientras tanto, le pide a Bo-Katan que lo ayude. Aparentemente, necesita viajar a Sundari, la ciudad capital de Mandalore, donde se encuentra la entrada a las minas. Realmente sin importarle un comino que Bo-Katan simplemente se esté cociendo en medio de la nada en un trono de aspecto incómodo, se tranquiliza y el episodio termina. Lo sentimos Bo.


En el siguiente episodio tal vez veamos nuevos rincones del universo de Star Wars. Apostamos a que el equipo Mando-Grogu hará otra parada para ver a un viejo amigo, antes de que despeguen correctamente para ver si Mandalore está realmente envenenado.

Tal vez Grogu necesita visitar a la tía Peli Motto.
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