Título: Terrible
Autores: Alain Serries (Escritor) y Bruno Heitz (Ilustrador)
Editorial: Libros del zorro rojo
Géneros: Relato y literatura infantil
Año de publicación: 2010
Páginas: 32
Precio: $369
Sinopsis
Terrible es un lobo feroz que asusta a todo el mundo. Viste de riguroso uniforme negro y tiene a toda su familia aterrorizada. Por las noches, y para poder conciliar el sueño, obliga a sus hijos a cantarle una canción. Es entonces cuando ellos descubren bajo sus botas negras, que su padre esconde un extraño secreto.
Terrible es una historia de miedo y de valor, de cambios y aceptación en la que se entrecruzan el abuso de poder y el maltrato familiar.
Alain Serres y Bruno Heitz nos regalan una lectura con un mensaje confortante: no importa lo pequeños o débiles que sean las personas, si asumen la vida con audacia y astucia todo saldrá bien.
El cuento sigue la vida diaria de Terrible, un lobo grande y vestido siempre de negro, de la cabeza a los pies. Terrible nunca se quita las botas ni los guantes negros y aprovecha su aspecto amenazador para asustar a cuantos lo rodean: a los niños, a los demás lobos, a los monstruos de la oscuridad e incluso a su esposa e hijos.
Sin embargo, un día soleado, la hija mayor de Terrible tiene una idea para burlarse de su papá; la familia se confabula a llevar a la práctica mientras el padre duerme, idea que conlleva a la revelación de un secreto del todo inesperado.
Al despertar, Terrible se da cuenta de que el secreto más oculto que tiene ha sido descubierto y ya no existe forma alguna de ocultarlo, pues la vieja estrategia del terror no le sirve de nada.
Desconsolado, Terrible se da cuentas de que ser diferente no es tan malo como podría parecer. Es más, en su casa lo reciben con los brazos abiertos, contentos de que ahora sea el mismo. Con esto, la relación entre padre, esposa e hijos se restaura.
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| Terrible de Alain Serres y Bruno Heitz |
Acerca de los autores
Bruno Heitz nació en el norte del Loira (Francia) en 1957. A los dieciocho años cogió su bicicleta con la intención de irse a Italia, pero tras setecientos kilómetros se detuvo en Arlés y se quedó por más de veinte años en la Provenz. Se dedica a la ilustración infantil desde principios de los años 80. Comenzó dibujando lobos, que le permitieron publicar algunas fábulas animalistas. En algunas de sus obras ha colaborado con su compatriota Alain Serres, autor y editor de numerosos títulos infantiles.
