Título: Me alegro de que mi madre haya muerto (I'm Glad My Mom Died)
Autora: Jennette McCurdy
Editorial: Tendencias/Ediciones Urano
Sinopsis
Jennette tenía seis años cuando fue a su primera audición. El sueño de su madre era que su única hija fuera una estrella, y Jennette estaba dispuesta a todo para hacerla feliz. Aceptó su plan de "restricción de calorías", que consistía en comer poco y pesarse cinco veces al día. Soportó sus maquillajes y reproches: "Tus pestañas son invisibles, ¿vale? ¿Crees que Dakota Fanning no se tiñe las suyas?". Su madre la bañó hasta los dieciséis años, y se vio obligada a compartir con ella sus diarios, su correo electrónico y todos sus ingresos.
Jennette relata todo lo que sucedió cuando su sueño finalmente se hizo realidad. Seleccionada para participar en una serie de Nickelodeon llamada iCarly, se ve lanzada a la fama. Aunque su madre está extasiada, contesta los mails de los fans y llama a los paparazzi por su nombre de pila, Jennette se siente llena de ansiedad, vergüenza y autodesprecio, lo que se manifiesta en trastornos alimentarios, adicciones y relaciones tóxicas. Los problemas empeoran cuando, tras aceptar el papel principal junto a Ariana Grande en Sam & Cat, el spin-off de iCarly, su madre muere de cáncer. Finalmente, después de descubrir la terapia y dejar la actuación, Jennette se embarca en su propia recuperación y decide, por primera vez en su vida, hacer lo que quiere.
No es novedad ni toma por sorpresa que el mundo del espectáculo puede resultar no ser lo que creemos que son y terminar convirtiéndose en una pesadilla para las celebridades.
La historia de Jennette McCurdy, la ex estrella de Nickelodeon, es solo uno de los, tal vez, miles de ejemplos que existen en Hollywood.
Narrada en primera persona, Jennette de 30 años, narra cómo fue criada por una madre abusiva y manipuladora, la cual nunca logró sus sueños de ser famosa. Es por ello que, desde muy temprana edad, persuadió a su hija a participar en audiciones para papeles mediocres y vergonzosos en comerciales y shows de televisión, con la esperanza de conseguir algún rol importante.
Jennette creció en un hogar hostil. El hogar de Jennette y sus tres hermanos estuvo rodeada de violencia psicológica, abuso infantil y sobre todo, de total control por parte de su madre hacia ella y sus hermanos.
Las condiciones en casa eran injustas: su mamá le revisaba el cuerpo desnudo desde pequeña (situación que persistió hasta que ella era una adolescente), la obligaba a bañarse con sus hermanos y le controlaba el peso; esto llevó a Jennette a tener hábitos alimenticios insanos, cayendo incluso en la anorexia y la bulimia.
Desde muy pequeña, Jennette no tuvo opción sobre su vida personal y menos en su carrera en Hollywood. Su madre no solo era estricta en casa, también lo era en el medio artístico, donde figuraba como su manager.
La tan ansiada fama de la mamá por ver a su hija siendo toda una estrella, llegó con iCarly, la conocida serie juvenil de Nickelodeon que protagonizó Jennette junto a Miranda Cosgrove y Nathan Kress, a quienes a pesar de todo lo que sufrió en el show, los describe como muy buenos amigos.
En su biografía, Jennette comparte los abusos por parte de la producción, los favoritismos hacia otras estrellas y sobre todo, la manipulación del Creador por controlar a los actores, haciéndoles grooming, dándoles costosos regalos y jugosas ofertas de trabajo.
El Creador le promete a la madre de Jennette un show propio para su hija. Ese programa llegó a convertirse en Sam & Cat, el spin-off de iCarly y Victorious, el cual protagonizó junto a Ariana Grande, quien relata Jennette, era de las favoritas de la cadena televisiva por ser una estrella en ascenso.
La familia de McCurdy era sumamente religiosa. Eran mormones y pertenecían a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, una de las religiones más fundamentalistas existentes. Jenette tampoco acudió a la escuela, era educada en casa bajo las reglas de su madre.
La historia de Jennette es la de una niña que creció siendo manipulada por su madre, quien incluso llegó a utilizar el cáncer que padecía para ejercer control sobre su hija. Ella argumenta que le era casi imposible decirle que no a su madre, pues tenía remordimientos al ver a su madre enferma.
En 2013, cuando su madre fallece, llega la libertad para ella. Jennette decide dejar la actuación y los medios para centrarse en tratar sus enfermedades psicológicas y alimenticias.
La biografía de Jennette es reveladora. Detalles sobre las situaciones familiares, laborales y románticas son narrados sin filtros, pues ella sabe que de esta forma podrá librarse del peso de sus demonios y quitarles el poder que ejercían sobre ella.
Al final vemos que ella ha conseguido iniciar su proceso de sanación, mismo que comenzó cuando decidió dejar de callar y alzar la voz sobre la situación que vivió de niña, en casa y el trabajo, y el poco apoyo que recibió de la gente que la rodeaba.
La pluma de Jennette es bastante fresca y para nada rebuscada. Jennette escribe desde el corazón, donde desenmarañara su pasado, ve por primera vez con claridad su presente y arroja luz a lo que viene para ella en el futuro.
Sobre la autora
Jennette McCurdy protagonizó el exitoso programa de Nickelodeon iCarly y su spin-off, Sam & Cat, así como la serie de Netflix Between. En 2017 dejó de actuar y comenzó a escribir y dirigir. Sus películas se han presentado en diversos festivales.
Escribe artículos en HuffPost y The Wall Street Journal. Su monólogo I'm Glad My Mom Died agotó las entradas en sus dos sesiones en el Lyric Hyperion Theatre y el Hudson Theatre de Los Ángeles.
Presenta un podcast titulado Empty Inside, que ha encabezado las listas de éxitos de Apple y cuenta con invitados que hablan sobre temas incómodos. Vive en Los Ángeles.