Kristen Stewart debutará como directora de película con la adaptación de la autobiografía llamada La cronología del agua (The Chronology of Water) de Lidia Yuknavitch.
La actriz Imogen Poots será la protagonista de la cinta.
“Las memorias de Lidia honran radicalmente la experiencia corporal”, dijo Stewart. “Hacer que esa experiencia sea física me parece vital y lo que significa este impulso… es que absolutamente debe ser una película. Este proyecto lleva cinco años cocinándose de la mano de Scott Free, a quien no podría estar más privilegiada de tenerlos como socios y amigos. Imogen Poots protagonizará esta película y el peso abrumador de la vida de Lidia. Ella puede sostenerlo. Soy más que afortunado de tenerla”.
Ridley Scott y Michael Pruss de Scott Free están produciendo la película junto a Mingo. Rebecca Feuer de Scott Free se desempeñará como productora ejecutiva de la película.
“Ridley y yo estamos encantados de volver a trabajar con Kristen, esta vez en su debut como directora, adaptando de las extraordinarias memorias de Lidia Yuknavitch”, dijo Pruss. “Tal como hemos visto en los cortometrajes de Kristen como directora, no tengo ninguna duda de que aportará el mismo nivel de estilo, singularidad y emotividad intrépida a La cronología del agua. Además, tener la oportunidad de trabajar con Imogen, que está hecha a medida para el papel principal, es increíblemente emocionante. La combinación de sus talentos sin duda producirá algo exquisito para las audiencias cinematográficas de todo el mundo”.
Sinopsis de La cronología del agua
De los escombros de su problemática juventud, Lidia Yuknavitch teje una asombrosa historia de supervivencia. Una memoria que es un canto a la búsqueda de la belleza, la expresión personal, el deseo —hacia los hombres y las mujeres—, y el poder sanador del nado. En la cronología del agua la vida queda expuesta, desnuda. Es una vida que navega y trasciende el abuso paterno, la adicción, la autodestrucción y la insoportable pérdida de una hija. Es la vida de una inadaptada —una que recorre un camino feroz y no transitado hacia la creatividad— en un ejercicio de reconciliación y amor propio.
