Tras un brinco de diez años, la nueva generación de jóvenes Targaryen hacen su debut en La casa del dragón.
El nuevo episodio de La casa del dragón, comienza con el parto del tercer hijo de Rhaenyra (Emma D'Arcy), aunque esta ya no es la Rhaenyra que llegamos a conocer. Estamos ante otro salto en el tiempo, uno que nos lleva aproximadamente una década hacia el futuro.
Entrando en contexto, Rhaenyra, quien ahora es interpretada por Emma D'Arcy, todavía está casada con Laenor Velaryon (John Macmillan) y el bebé que nace al principio del episodio es su tercero, después de Jacaerys y Lucerys. Rhaenyra aún no es reina, ya que su padre, Viserys (Paddy Considine), sigue vivo, para sorpresa de muchos.
Por otro lado, Alicent, que ahora es interpretada por Olivia Cooke, sigue siendo la reina. La última vez que vimos a Aegon (David Tennant), solo era un bebé; ahora es un pre adolescente fornido, aunque desagradable. También tiene una hermana, Helaena, y un hermano, Aemond.
Los herederos del dragón
Con el salto de tiempo, está claro que Rhaenyra y Alicent están en constante desacuerdo. Mientras Rhaenyra sostiene a su hijo nacido hace pocos minutos, la reina la convoca. Es un movimiento cruel por parte de Alicent, ya que obliga a una Rhaenyra débil y despeinada, todavía chorreando placenta, a navegar por el castillo, vulnerablemente. Sin embargo, ella, decidida a no parecer débil, es apoyada por Laenor a subir las escaleras. La cortesía de Laenor, sin embargo, se ve socavada por su legítima decisión de anunciar el nombre del bebé sin consultar primero a Rhaenyra. Él llama al bebé Joffrey, un guiño a su ex amante que murió a manos de Ser Criston Cole (Fabien Frankel).
Viserys, cada día más marchito, adora al niño, ajeno a lo que todos los demás pueden ver claramente: Joffrey, como Jacaerys y Lucerys antes que él, no se parece en nada a su padre. Cuando Viserys comenta que el bebé tiene "la nariz de su padre", Alicent dirige una mirada de complicidad hacia su ex mejor amiga. Ella sospecha lo que pronto se revela como cierto: el verdadero padre de los hijos de Rhaenyra es Ser Harwin Strong (Ryan Corr), un capitán de la Guardia de la ciudad de Desembarco del Rey. Laenor, que pasa sus días bebiendo y entrenando con un atractivo caballero llamado Carlo, se siente perfectamente cómoda viviendo esta mentira.
Alicent quiere que Viserys reconozca la verdad. "Un niño así es un error, tres es un insulto", le dice al rey. Viserys no lo cree. Su negación enfurece a Alicent, cuyo disgusto por Rhaenyra se convirtió en odio en los años transcurridos desde que se enteró de que Rhaenyra le mintió sobre sus relaciones con Daemon (Matt Smith) y Criston. Criston también está enojado ante la mención del nombre de Rhaenyra. Alguna vez, Criston fue un caballero dulce y humilde, ahora es un frío compañero de la reina.
La misión de Alicent ahora es el mismo que el de su padre cuando era niña: hacer todo lo posible para llevar a su hijo Aegon II (Ty Tennant) al Trono de Hierro. Como era de esperar, el joven príncipe es un bully mimado. En el episodio hace que Jacaerys y Lucerys engañen a Aemond con un cerdo disfrazado de dragón, ya que él no tiene uno. El mal comportamiento de Aegon es comprensible, considerando que su madre le dice rutinariamente que algún día será rey.
En los terrenos del castillo, Aegon hace alarde de su manejo de la espada con los otros niños, mientras Criston y Harwin les dan diferentes estilos de instrucción. Mientras Aegon intimida a los niños más pequeños, Criston le hace comentarios astutos a Harwin sobre la paternidad de los hijos de Rhaenyra. Las burlas de Criston empujan a Harwin al límite, y le propina a Criston una lluvia de golpes, un movimiento que lo expulsa de la Guardia de la ciudad y pone en evidencia su relación con Rhaenyra.
Incluso su padre, Lyonel (Gavin Spokes), la Mano del Rey, sabe la verdad, por lo que alienta a Harwin a huir del castillo y establecer su residencia en Harrenhal, la sede de la Casa Strong.
Sintiéndose condenado, Lyonel también intenta huir de su puesto al renunciar como Mano. "Hay una sombra sobre mi casa y se vuelve más oscura", le dice a Viserys. "Ya no puedo servirte con integridad". Cuando Viserys y Alicent le piden que aclare sus comentarios, él se niega. Esto frustra a Alicent, que necesita a alguien que convenza a su marido de la verdad. Mientras tanto, Viserys se niega a aceptar la renuncia de Lyonel, aunque le concede permiso para acompañar a Harwin a Harrenhal.
Rhaenyra también sabe que está peligrosamente cerca de ser descubierta, especialmente con el comportamiento indiferente de Laenor, quien se la pasa bebiendo, se divierte y habla de zarpar hacia los Peldaños de Piedra para aplastar la nueva alianza de la Triarquía con Dorne. Ella exige que se quede a su lado, para su consternación. "He jugado fielmente mi papel aquí", argumenta. En una pequeña reunión del consejo, Rhaenyra intenta llegar a una tregua. Ella propone comprometer a su hijo Jacaerys con la hija de Alicent, Helaena, para "aliarnos de una vez por todas". Incluso podría proporcionarle a Aemond uno de los huevos de dragón de Syrax.
A Viserys le encanta la idea, pero Alicent se resiste. No descansará hasta que Rhaenyra ya no sea heredera; Sin embargo, para que eso suceda, necesita que Viserys acepte la verdad sobre los niños.
La ciudades libres de Essos
Mientras tanto, Daemon, que ya no es el canalla despreciable de los episodios anteriores. Ahora está casado con Laena Velaryon (Nanna Blondell), con quien tuvo dos niñas, Rhaena y Baela (un tercer hijo está en camino). Durante una visita a Pentos, una de las Ciudades Libres, se les ofrece la residencia permanente como señores de la ciudad, una oferta lucrativa. Los Pentoshi están nerviosos por el regreso de la Triarquía y creen que Daemon, quien una vez derrotó a la Triarquía en la batalla, podría protegerlos con la ayuda de sus dragones.
Laena es resistente; ella no quiere vivir la vida de un "señor gordo del campo". Daemon, sin embargo, se siente atraído por la proposición. "Una transacción simple", dice. "Tenemos dragones, ellos tienen oro". Ha terminado con la política, con la aventura. Sabe que sacan lo peor de él y afirma querer domesticidad. Laena es escéptica. "Somos más que esto, Daemon", dice ella. "Somos la sangre de la Vieja Valyria, no pertenecemos aquí".
Ella está en lo correcto. Daemon intenta construir allí un hogar para ellos, pero su infelicidad es evidente. Sus sueños de vida doméstica se esfuman cuando el nacimiento de su tercer hijo sigue el camino del de Aemma. Mientras Daemon y los médicos discuten tratar de extraer al bebé "por medio de la cuchilla", Laena sale corriendo. Ella sabe cómo termina esto, con ella y el bebé muriendo en agonía. Afuera, le ordena a Vhagar que termine con su dolor al grito de "dracarys". Daemon intenta detenerla, pero es demasiado tarde.
La huida hacia Rocadragón
De vuelta en Desembarco del Rey, Alicent se encuentra con el intrigante Larys Strong (Matthew Needham). Él simpatiza con su causa y está de acuerdo en que Lyonel, su padre, no puede darle a Viserys un "consejo imparcial" sabiendo la verdad sobre los hijos de Rhaenyra. Inventa un plan que consiste en reclutar a un puñado de prisioneros, cortarles la lengua y enviarlos a Harrenhal con antorchas.
Queman el castillo con Harwin y Lyonel dentro. Cuando Alicent se entera, se horroriza: "No deseaba esto". Larys, quien al parecer ha organizado el asesinato de su padre y su hermano, le dice con confianza que lo recompensará "cuando sea el momento adecuado". En el monólogo que cierra el episodio, ensalza los beneficios de "abrirse camino por la vida sin trabas".
Rhaenyra sabe que está en problemas cuando incluso Jacaerys le pregunta si Harwin es su padre. "¿Soy un bastardo?", él pregunta. Junto a sus hijos y Laenor huyen hacia Rocadragón. "Me han socavado y hecho un espectáculo", dice ella. "Susurran sobre mí en los pasillos. Los dejo a ellos".
Ella, sin embargo, le permite a Laenor traer a su amante Carlo con ellos. El episodio termina con una palabras que predicen la violencia que está por venir: "Necesitamos todas las espadas que podamos forjar".