- —He mirado con sus ojos, he escuchado con sus oídos, y te digo que es el indicado: o por lo menos, lo más adecuado que vamos a encontrar.
- Te sentirás buscando algo, algo que echas en falta, pero que no encuentras, y ni siquiera recuerdas lo que era.
- Él sabe pensar en gravedad cero, y vosotros solo pensáis en devolver.
- —Es mi vida lo que se está jugando en este asunto.
- Los juegos son eso: mueres mucho hasta que le coges el truco.
- —Lo que importa es que ha ganado el juego que no se podía ganar.
- Por un momento, Ender abrió la puerta a la esperanza.
- Soy más inútil que un estornudo en un traje espacial.
- Su casa era solo un dolor sordo en la parte posterior de su memoria. Un cansancio en los ojos.
- Vencer es lo único importante.
- —Pueden ordenar a la Luna que se vuelva azul, pero no por eso cambiará de color.
- —Creí que te había dicho que no jugaras con la consola.
- Si sabes lo que es la locura, tal vez no caigas en ella.
- La voz precisa en el lugar preciso puede mover el mundo.
- Necesitamos que nos ayudes a resolver cómo nos puedes ayudar.
- Y la serpiente creció en sus manos y se transformó en otra figura. Una figura humana. Era Valentine, que le besó otra vez.
- Las lágrimas llenaban sus ojos, lágrimas de alivio por haberse librado al fin de la habitación del Fin del Mundo.
- Te estoy haciendo daño para hacer de ti un soldado mejor en todos los sentidos.
- Te he enseñado todo lo que sabes. Pero no te he enseñado todo lo que sé.
- Este es el problema de empezar ganando —pensó Ender—. Pierdes a los amigos.
- No te mantengas inmóvil cuando el enemigo sabe exactamente dónde estás.
- Con esas palabras, me acabas de matar,
- Puede que sea imposible disfrazarse con una identidad sin convertirse en lo que se finge ser.
- Además, recordaba que eras bella.
—La memoria nos juega malas pasadas.
—No. Tu cara es la misma, pero ya no recuerdo lo que significa la belleza. - Y todo se reduce a esto: en el momento en que entiendo verdaderamente a mi enemigo, en el momento en que le entiendo lo suficientemente bien como para derrotarle, entonces, en ese preciso instante, también le quiero. Creo que es imposible entender realmente a alguien, saber lo que quiere, saber lo que cree, y no amarle como se ama a sí mismo. Y entonces, en ese preciso momento, cuando le quiero...
—Le vences. - Si lo intentas y pierdes, no será culpa tuya. Pero si no lo intentas y perdemos, será por tu culpa.
- No quiero vencer a Peter.
—Entonces, ¿qué quieres?
—Quiero que él me quiera. - La velocidad de la luz no es una barrera.
- —De modo que la guerra se debe a que no podemos comunicarnos los unos con los otros.
- Nadie, sino el enemigo, te dirá lo que va a hacer el enemigo. Nadie, sino el enemigo te enseñará a destruir y conquistar. Solo el enemigo te enseña tus puntos débiles. Solo el enemigo te enseña sus puntos fuertes. Y las únicas reglas del juego son qué puedes hacerle y qué puedes impedir que él te haga. A partir de ahora soy tu enemigo. A partir de ahora soy tu maestro.
- —Estarás a punto de perder, Ender, pero ganarás. Aprenderás a derrotar al enemigo. Él te enseñará cómo.
- —Nunca se es viejo para ser un estudiante del enemigo.
- «Pienso un pensamiento y entonces tú me respondes.»
- Éxito significa seguir. Fracaso significaba irse a casa.
- Una persona decente que conozca el arte de la guerra no va a la batalla con un corazón entero.
- Nadie controla su propia vida, Ender. Lo más que puedes hacer es elegir ser controlado por personas buenas, por personas que te quieran.
- —He vivido demasiado tiempo con el dolor. Sin él, no sabré quién soy.
- Y Ender llevaba siempre consigo un capullo blanco y seco, en busca del mundo donde la Reina-Colmena pudiera despertar y desarrollarse en paz. Buscó durante mucho tiempo.