SINOPSIS
La vida y la muerte siempre han sido un tema fascinante para el ser humano, desde la perspectiva científica hasta toda clase de arte. La muerte es la eterna pregunta para la cual el ser humano tiene múltiples respuestas, y cada una de estas implica una manera de encararla y vivirla. ¿Podemos imaginar todas las posibles vidas y posibles muertes? Alexander Hernández reconstruye a través de sus cuentos los fragmentos de todas estas interrogantes para darnos un atisbo de la muerte. Sus relatos reúnen circunstancias que van desde lo que parece un desenlace febril, hasta la visión de la muerte sobre la vida misma, pasando por la epopeya de un mosquito que a todos nos ha arruinado el sueño. Mundos pequeños que se reducen a una habitación, así como naciones que delimitan a sus propios habitantes, Las muertes posibles nos llena de matices de voces, personas y finales. ¿Cuántas veces hemos muerto sin darnos cuenta?
Reflexionar sobre el destino, qué nos depara la vida terrenal y que sigue después de finalizar nuestro tiempo en este mundo son algunas de las incógnitas que revolotean en la mente humana.
¿Será que algún día lograremos descubrir que hay más allá de la muerte? ¿Siquiera existe algo después? O todo finaliza cuando damos el último suspiro; aquel suspiro que pone fin a una vida prestada en la Tierra.
Estas son solo algunas de las interrogantes que nos hemos preguntado desde el inicio de nuestra existencia.
La muerte nos rodea, la hemos visto de cerca. Cuando se lleva a algún ser querido o alguien a quien conocíamos. Pero, ¿qué pasa en esos últimos momentos de lucidez? Alexander Hernández dibuja en Las muertes posibles imaginarios al respecto.
En pequeños relatos narrados con auténtico estilo y palabras frescas, el autor nos muestra que tal vez existan miles de formas de finalizar el último viaje de nuestra existencia y que cada una de ellas es única y valiosa.
Las muertes posibles imagina mundos y personajes en situaciones engañosas, esperanzadoras o violentas a través de diferentes tonalidades literarias que dejan en el lector incertidumbre, miedo, risa y hasta sorpresa.
Los cuentos que integran esta antología me han parecido entretenidos, unos más que otros, algunos destacados y otros que no he terminado de digerir. El autor ofrece una visión fresca de uno de los misterios más grandes de la vida.
Al igual que la vida misma, el libro finaliza abruptamente y sin explicaciones; al igual que nuestro destino, lo que depara al terminar la última palabra del texto es incertidumbre.