La violencia sin sentido es una prerrogativa de la juventud; rebosa energía, pero le falta talento constructivo.
Un libro así sería sensacional, y lo es. Pero no creo que sea una imagen justa de la vida humana.
Es tan inhumano ser totalmente bueno como totalmente malvado.
Podemos destruir lo que hemos escrito, pero no podemos borrarlo.
–¿Y ahora qué pasa, eh?
–¿Y ahora qué pasa, eh?
Perdías el nombre y el cuerpo, y te perdías tú mismo, y entonces todo concluía. Gimoteando volvías al presente, con la rota preparada para llorar.
Un libro bueno y limpio, hermano, es la cosa más linda del mundo.
Hombres en la luna y hombres que giran alrededor de la tierra como mariposas alrededor de una lámpara.
Si en tu corazón, oh hermano, anida el temor, te ruego lo deseches ahora mismo.
–Luego miré la primera hoja, y tenía escrito el nombre, LA NARANJA MECÁNICA.
Ni se enteró, pues andaba allá arriba, muy lejos de su propio cuerpo.
Manchas de sangre aquí y allá, como firmas, oh hermanos míos, de los juegos de la noche.
Hermanos míos, qué perversa me parecerá desde ahora la inocente leche.
Está maltrecha y enfermiza comunidad que desea salvarte de ti mismo.
Tenían las mismas ideas, o la misma falta de ideas.
Anoche soñé contigo, y la verdad que no me gustó nada.
Según oí decir los sueños significan lo contrario de lo que parecen.
Así, al frente de mis tres drugos, marché en busca de mi propia perdición.
Les digo que se vayan. –Verdaderamente, qué hermosa inocencia.– Váyanse –repitió– o les echo los gatos encima.
A través de las lágrimas vi la ciudad que corría a los costados, como si las luces se persiguieran unas a otras.
–Como una joven pesadilla del amor.
La bondad es algo que uno elige. Cuando un hombre no puede elegir, deja de ser hombre.
Hay que destruir el reflejo criminal.
La nueva idea es la de convertir lo malo en bueno.
Ser bueno puede llegar a ser algo horrible.
¿Qué quiere Dios? ¿El bien o que uno elija el camino del bien?
Quizás el hombre que elige el mal es en cierto modo mejor que aquel a quien se le impone el bien.
Y en medio del cuarto, frente a la pantalla, algo parecido a la silla de un dentista, y de allí salía toda clase de alambres.
La violencia es algo muy horrible. Eso precisamente es lo que estás aprendiendo ahora.
El mundo es uno, y es una la vida.
Elegiste, y esto es el resultado de tu elección.
Cuando abrí la puerta se me fue a la alfombra el corazón.
Las calles tienen que mantenerse limpias, y de distintos modos.
Lloré por mí mismo, ju ju juuuu. Luego me levanté y eché a caminar.
El hombre que no puede elegir ha perdido la condición humana.
–Yo soy el amigo de todos –dije–. Excepto de mis enemigos.
Y todavía faltaban el movimiento lento y el canto hermoso del último movimiento. Sí, yo ya estaba curado.
Ser joven es como ser una de esas malencas máquinas.
Pero vosotros, oh hermanos míos, recordad alguna vez a vuestro pequeño Alex que fue. Amén. Y toda esa cala.