The 100 tiene los días contados. En los tradicionales encuentros de la TCA entre los creativos de las series, los directivos de los canales y los críticos de televisión, el canal The CW informó que la séptima temporada, a la que dieron luz verde en abril, será la última.
El motivo parece ser estrictamente creativo ya que el creador Jason Rothenberg les habría explicado siempre que su intención era escribir la historia de Los 100 durante siete temporadas. Este era un objetivo que siempre se había tambaleado ya que, en comparación con series como Arrow, The Flash o Supergirl, The 100 siempre había palidecido, como mínimo en las primeras temporadas.
“Con el final de la sexta temporada, tengo noticias agridulces que dar: la séptima temporada será la última. Estamos eternamente agradecidos a Warner Bros y The CW por permitirnos contar la historia que queríamos contar y cerrar la serie en nuestros propios términos. ¡Qué increíble viaje hemos vivido!”, ha explicado Rothenberg en Twitter. Esta decisión, además, permitirá que The 100 se despida con el episodio adecuado: como la última temporada tendrá 16 episodios, el cierre será justamente el número 100.
Cuando se estrenó The 100 en marzo de 2014, era imposible predecir que llegaría a emitir siete temporadas y con el respaldo de los amantes de la ciencia ficción. Su premisa recordaba un híbrido entre Perdidos yEl señor de las moscas con cien jóvenes aterrando en un planeta Tierra mortal donde creían estar solos. Por supuesto, por allí había otros seres que amenazaban su supervivencia.
Estos cien jóvenes aterraban en la Tierra después de que un apocalipsis nuclear hubiera mandado a los pocos miles de supervivientes al espacio. Durante generaciones, la civilización restante había observado el planeta desde una estación espacial con la esperanza de poder volver algún día. Los cien jóvenes eran los adolescentes problemáticos que, en lugar de ser ejecutados, habían sido mandados al planeta para ver si era habitable. En realidad se trataba de una misión suicida: no creían que se pudiera vivir en un planeta todavía tan radioactivo pero no tenían otra opción ya que se les acababa el oxígeno en el espacio.
Esta historia de supervivencia pronto se desmarcó de sus referentes con su propia mitología, la capacidad de Rothenberg de colocar a los personajes entre la espada y la pared, y su don para crear personajes femeninos potentes. Entre Clarke (Eliza Taylor), Octavia (Marie Avgeropoulos), Abby (Paige Turco) o Lexa (Alycia Debnam-Carey), las espectadoras feministas tenían donde agarrarse.